LA CALIDEZ DE LOS MENSAJES Y RESPUESTAS

Ten cuidado de una cosa; oh hombre: vigila cual es el precio al que vendes tu voluntad. Si no haces nada más, no vendas barata la voluntad”

Epicteto, Disertaciones, I.2

    Me gustaría iniciar con algunas preguntas, ¿Alguna vez te han dicho que te devuelven la llamada y no lo hacen?,¿te han dicho que te informaran sobre una reunión y no lo hacen?, te ha pasado que escribes a personas que son tus amigos, ex compañeros de trabajo, familiares, personas de negocios y no te responden, y sigues insistiendo a cada uno de ellos esperando una respuesta.

    Si esto te ha sucedido, es por esto que escribo este artículo, en varias de las sesiones de coaching que he impartido esto ha sido un tema de mucha recurrencia, el cual puede tener diversidades de opiniones, juicios y por supuesto ambas son respuestas que estan unidas a la especie humana.

    Estas cosas también me han pasado y en algunas oportunidades ha sido recurrente y me he sentido molesto y lo interpreto como una falta de respeto, aunque luego ya con calma y gestionando mi estado de ánimo por la emoción emitida por la o las acciones de las personas reacciono analizando y llego a una pregunta, ¿Qué estará pensando la persona que ejecuta esta ausencia?

    El problema es que estas acciones estan formado parte de la estructura de pensamientos de algunas personas y lo estan repitiendo constantemente haciéndolo ya un habito y no estan conscientes del valor que se le debe a la persona que estas dejando aun lado lo cual se puede interpretar como: falta de interés, molestia, no eres de valor para el o ella, tu trabajo no es de relevancia y otros pensamiento que solo son suposiciones y este es otro gran error, las suposiciones; aunque al no tener una respuesta, la ansiedad aumenta y las suposiciones más aun.

    Recuerdo que me comunicaba continuamente con una Universidad y casi nunca me contestaban los mensajes y correos electrónicos, llego un día que decidí enviar el ultimo mensaje y este fue de agradecimiento por las oportunidades de haberlos conocido y fue interpretado como una despedida, inmediatamente existió una llamada y quisieron contratar mis servicios y me respuesta fue siempre de atender a los que me necesitan, ellos dijeron, ya le envio la información y conversamos profesor, ya han pasado muchos meses y no han devuelto la llamada.

Otra experiencia fue algo parecida, planificaron una reunión, el mismo día fue suspendida y luego fue reprogramada tres veces, en el último mensaje decían que me llamarían, aun estoy esperando la llamada.

    El problema no es que no te devuelvan la llamada o simplemente te hagan sentir que eres un apaga fuego ya que siempre estas allí para todos, el problema es que sigas intentando en sitios y personas que no valoran lo que haces y lo que eres, aunque el que debe valorarse eres tu mismo tomando en cuenta que eres un ser humano capaz de tomar decisiones con determinación y profesionalidad.

¿Qué te ha sucedido luego de estas acciones?, cito una pequeña frase del capítulo diez “El cansancio de la Vida”, del libro “El Hombre Light” del Dr. Enrique Rojas: “El cansancio es un fenómeno habitual de nuestro tiempo y constituye una constante del hombre…”. Ese es el punto neural de esta situación de desinterés y ausencia, que se transforma en un fenómeno habitual y esto hace daño a las personas que no reciben respuesta, construyendo en ellos la coraza del rencor (entiéndase por rencor la repetición de un sentimiento) y entra el fenómeno del cansancio, es decir, es una fatiga concreta de la habitualidad de lo mismo y luego siempre buscar los porqués.

    La solución ante estas acciones es no molestarte, ya que desperdicias momentos importantes de tu tiempo y generas pensamientos negativos, por lo cual debes buscar la libertad de profundizar en tus valores como ser humano y profesional recordando que la sociedad refleja la orientación hacia la libertad o refleja su desorientación hacia los valores caminando hacia atrás.

En la filosofía estoica nos enseñan que debemos trabajar en todo aquello que puedes controlar y en aquello que no puedes controlar, solo debes cambiar la manera de pensar.

    En la filosofía estoica nos enseñan que debemos trabajar en todo aquello que puedes controlar y en aquello que no puedes controlar, solo debes cambiar la manera de pensar.

Finalizo con extracto del libro de Disertaciones de Epitecto:

“Entonces, quien tenga conocimientos de las cosas buenas, sabrá cómo amarlas; pero alguien que no sea capaz de distinguir las cosas buenas de las malas, y las cosas indiferentes de ambas, ¿cómo tendrá el poder de amar?

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   Espero poder leer sus opiniones.

Gratos saludos para todos.